1 de diciembre de 2009

EL MUNDO DE STELLA VINE


Se podría decir que Stella Vine es la Elizabeth Payton inglesa, pero con un toque más macabro, cómico y menos sofisticado que la americana. Stella pasó del anonimato artístico al primer plano gracias a su polémico y siniestro retrato de Diana de Gales realizado en 2004. Desde entonces la cotización de su obra siempre ha ido al alza en el espumoso mercado del arte.

Los modelos de sus cuadros suelen ser los grandes iconos de la cultura popular inglesa, como Kate Moss y su ex Pete Doherty, los grandes nombres de la música, como los Roling Stones o Aretha Franklin, y del arte, Basquiat, aunque, como os podéis imaginar, nunca los pinta al natural.

Sus obras, de pincelada gruesa y rotunda, son óleos (y acrílicos) muy aguados con una paleta de colores muy viva e intensa, muy cercana al pop y a David Hockney. De hecho, su retrato del pintor inglés bien podría considerarse una declaración de principios a modo de homenaje. Stella se ha convertido en el último lustro en una de las grandes figuras de la pintura contemporánea inglesa, con un lenguaje pulido y elemental, alejado de los cánones de la pintura más ortodoxa. Para mí, más allá del hype, no deja de ser una pintora dudosa, que se encuentra a caballo entre la genialidad y el fraude. ¿Que si me gusta? Pues claro.





1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusta el de hockney, es un poco hockney meets jean seberg porque sale de lo más guapo y rejuvenecido. ¿Nos vemos?

besos de tu roomate (la primera)